
EYNG, 23/05/2025. La administración del presidente Donald Trump ha revocado la certificación de la Universidad de Harvard para inscribir a estudiantes internacionales, una medida que afecta a aproximadamente el 27% de su alumnado y que ha generado una amplia controversia en el ámbito académico y político.
El 22 de mayo de 2025, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), liderado por la secretaria Kristi Noem, anunció la revocación de la certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVP) de Harvard. Esta acción impide que la universidad inscriba a nuevos estudiantes internacionales para el año académico 2025-2026 y obliga a los actuales a transferirse a otras instituciones o enfrentar la pérdida de su estatus legal en EE.UU.
La administración Trump justificó la revocación alegando que Harvard ha fomentado un ambiente inseguro en el campus, permitiendo actividades «antiamericanas» y «proterroristas», y acusándola de colaborar con el Partido Comunista Chino. Además, se señaló la negativa de la universidad a proporcionar información detallada sobre estudiantes extranjeros involucrados en protestas.
Respuesta de Harvard
Harvard calificó la medida como «ilegal» y «represiva», argumentando que viola los derechos constitucionales y amenaza su misión académica. Asimismo, la universidad inició acciones legales para impugnar la decisión y proteger a su comunidad internacional.
Cabe señalar que la revocación afecta a más de 6.700 estudiantes internacionales, quienes deben buscar alternativas para continuar sus estudios en EE.UU. La incertidumbre generada por esta medida ha provocado preocupación entre los estudiantes y ha sido criticada por defensores de los derechos civiles y líderes académicos.
Contexto de tensiones entre el gobierno y universidades
Es importante advertir que esta acción forma parte de una serie de medidas adoptadas por la administración Trump contra instituciones académicas, especialmente aquellas que, según el gobierno, no han abordado adecuadamente el antisemitismo o han promovido ideologías consideradas «radicales». Además de Harvard, otras universidades como Columbia y Cornell han enfrentado recortes en la financiación federal y amenazas a su estatus fiscal.
Ante ello, organizaciones de derechos civiles y representantes políticos han expresado su preocupación por las implicaciones de estas medidas en la libertad académica y la posición de EE. UU. como destino educativo global. Mientras tanto, las universidades afectadas continúan evaluando sus opciones legales y estrategias para mitigar el impacto en sus comunidades.
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