Las compañías que dominan la IA responsable ganan más
Una nueva encuesta global de EY revela que las empresas que aplican una gobernanza responsable de la inteligencia artificial obtienen mejores resultados financieros, mayor satisfacción laboral y una ventaja competitiva sostenible.

EYNG, 13/10/2025. A medida que la adopción de inteligencia artificial se acelera en todo el mundo, las empresas con una gestión responsable de estas tecnologías marcan la diferencia. Según la segunda fase de la encuesta «Pulse de IA Responsable» (RAI) elaborada por EY, las organizaciones que aplican principios éticos y mecanismos de supervisión avanzados logran mejores resultados comerciales que aquellas que no lo hacen.
El estudio, presentado en la Cumbre Mundial de IA 2025 en Ámsterdam, recopiló información de 975 ejecutivos de 21 países, y encontró que cuatro de cada cinco empresas con estrategias de IA responsable reportaron mejoras significativas en innovación (81%), productividad (79%) y satisfacción de los empleados (56%). Además, un 54% señaló crecimiento de ingresos y un 48% ahorro de costos.
Gobernanza ética: Del principio a la práctica
La adopción responsable de la IA comienza con la definición de principios y avanza hacia su implementación y monitoreo operativo. EY destaca que, en promedio, las empresas ya han puesto en marcha siete de las diez medidas recomendadas de IA responsable, y menos del 2% no planea hacerlo. Esta tendencia evidencia un compromiso global creciente con la ética tecnológica.
Según EY, las organizaciones que monitorean en tiempo real los riesgos y decisiones de sus sistemas de IA tienen 34% más probabilidades de aumentar sus ingresos y 65% más de reducir costos, en comparación con aquellas que no cuentan con este tipo de supervisión.
Los costos de la IA mal gestionada
Sin embargo, los beneficios de la IA responsable contrastan con los riesgos de una adopción descontrolada. En ese sentido, EY advierte que el 99% de las organizaciones encuestadas ha sufrido pérdidas financieras por riesgos relacionados con la IA. De ellas, dos tercios (64%) reportaron pérdidas superiores a US$1 millón, con un promedio estimado de US$4,4 millones por incidente.
Entre los principales riesgos destacan el incumplimiento normativo (57%), los impactos negativos en sostenibilidad (55%) y los resultados sesgados (53%). Estos hallazgos reflejan la necesidad urgente de integrar controles efectivos y estructuras de gobernanza más sólidas.
Desconexión en la alta dirección
EY también identificó una brecha preocupante en el conocimiento ejecutivo: solo el 12% de los altos directivos fue capaz de identificar correctamente los controles adecuados frente a riesgos de IA, y los directores de riesgo obtuvieron incluso un rendimiento inferior (11%). Esta carencia de preparación aumenta los riesgos corporativos en un entorno donde la IA agencial y los desarrolladores ciudadanos —empleados que crean o implementan agentes de IA por su cuenta— se vuelven más comunes.
El desafío del «desarrollador ciudadano»
Según la encuesta de EY, dos tercios de las empresas permiten algún grado de experimentación con IA por parte de los empleados. No obstante, solo el 60% cuenta con políticas formales que garanticen que estas iniciativas respeten los principios de una IA responsable. Además, la mitad de las compañías carece de visibilidad sobre el uso real de agentes de IA dentro de sus operaciones.
Las organizaciones que fomentan el desarrollo ciudadano son también las que más reconocen la necesidad de adaptar sus modelos de talento ante una fuerza laboral híbrida humano-IA. Un 31% de ellas considera la escasez de talento como su principal desafío, frente al 21% del resto. Asimismo, la mitad (50%) ya trabaja en estrategias para gestionar esta transición, evidenciando una brecha significativa en la preparación global.
Una visión estratégica
Raj Sharma, socio gerente global de Crecimiento e Innovación de EY, advierte que los costos crecientes de una IA no gestionada «subrayan la necesidad crucial de integrar prácticas responsables en las operaciones, no solo para reducir riesgos, sino también para acelerar la creación de valor». Añade que las compañías que entienden la ética de la IA como una función empresarial esencial «logran aumentos más rápidos de productividad, mayor crecimiento de ingresos y una ventaja competitiva sostenible».
Por su parte, Joe Depa, director global de Innovación de EY, resalta que «la verdadera innovación surge cuando las empresas exploran dentro de un marco ético claro. No se trata solo de crecer, sino de crecer de manera que genere beneficios duraderos».
Hacia una cultura global de IA responsable
Es importante señalar que la Cumbre Mundial de IA 2025 en Ámsterdam, donde se presentaron los resultados del estudio, reunió a líderes empresariales y tecnológicos de todo el mundo. EY aprovechó el evento para insistir en que la IA responsable no es una opción de imagen corporativa, sino un imperativo estratégico para la competitividad global.
Las conclusiones del informe dejan un mensaje claro: la IA responsable en las empresas no solo mitiga riesgos éticos o regulatorios, sino que impulsa la rentabilidad, la innovación y la confianza de los stakeholders en una economía cada vez más impulsada por la inteligencia artificial.
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