FMI mejora proyecciones para Latinoamérica pese a tensiones globales
El Fondo Monetario Internacional proyecta un crecimiento del 2,2 % para Latinoamérica en 2025. El informe señala una mejora en Brasil y Argentina, mientras que países andinos como Perú, Chile, Colombia y Bolivia enfrentan desafíos fiscales, políticos y comerciales.
 
						EYNG, 30/07/2025. Aunque las sombras de los aranceles y la incertidumbre fiscal global amenazan con empañar el horizonte, Latinoamérica avanza con paso firme hacia un crecimiento moderado pero resiliente. Así lo revela la última actualización del informe de Perspectivas Económicas Mundiales del Fondo Monetario Internacional (FMI), que eleva su proyección de crecimiento regional para 2025 al 2,2%. Empresarios y tomadores de decisiones deben leer entre líneas: el contexto sigue siendo volátil, pero hay oportunidades en la estabilidad relativa que algunos países están recuperando.
FMI mejora proyección de crecimiento para América Latina en 2025
El Fondo Monetario Internacional ha revisado al alza su estimación de crecimiento económico para América Latina y el Caribe en 2025, elevándola del 2% al 2,2%, según la actualización de su informe World Economic Outlook (WEO) publicada este martes. Para 2026, la previsión se mantiene sin cambios en 2,4%.
Este ajuste responde a una mayor resiliencia de la demanda interna en algunos países y a señales de estabilización tras años de volatilidad. No obstante, el FMI subraya que la región continúa enfrentando desafíos estructurales como la baja productividad, el limitado acceso a financiamiento y una alta informalidad laboral.
Brasil y Argentina: Entre ajustes fiscales y repuntes económicos
El informe destaca a Brasil, donde el crecimiento proyectado ha sido revisado al alza: 2,3% en 2025 y 2,1% en 2026. Sin embargo, el país enfrenta elevados déficits presupuestarios y niveles de deuda que podrían condicionar su sostenibilidad fiscal.
Argentina, por su parte, se presenta como una de las sorpresas positivas: el FMI proyecta un crecimiento de 5,5% en 2025 y 4,5% en 2026, lo que reflejaría los efectos de un plan de estabilización macroeconómica tras años de crisis e inflación crónica.
Aranceles y tensiones comerciales: Nueva presión externa
Aunque el informe del FMI no contempla todavía el impacto directo del anuncio de Donald Trump sobre un arancel del 50% a las exportaciones brasileñas desde agosto, el organismo sí advierte que nuevas barreras comerciales podrían afectar sectores estratégicos en la región.
Según el organismo, los aranceles amenazan especialmente a México, Chile, Perú y Brasil, exportadores clave de cobre, alimentos, insumos industriales y productos agrícolas, y podrían generar presiones adicionales sobre la competitividad internacional de estas economías.
Proyecciones por país
Además de las cifras ya conocidas de Brasil, México y Argentina, el FMI ofrece datos o tendencias relevantes sobre otras economías andinas:
- Perú: Aunque sin cifras específicas en esta actualización, el país ha mostrado señales de recuperación tras la desaceleración de 2023. La minería sigue siendo el motor clave, aunque afectado por la volatilidad del precio del cobre y la incertidumbre política.
- Chile: Enfrenta un entorno externo complejo, especialmente por su exposición al cobre. Se espera un crecimiento moderado en torno al 1,9% en 2025, condicionado por la demanda china y las reformas internas aún en debate.
- Colombia: El crecimiento proyectado rondaría el 2,5% en 2025, apoyado en la demanda interna y en la inversión pública. Sin embargo, el país sigue lidiando con déficits fiscales estructurales.
- Ecuador: Aunque con una economía dolarizada más estable, la falta de consensos políticos y el alto endeudamiento limitan el margen de maniobra. El crecimiento esperado se ubica en torno al 2%.
- Bolivia: El FMI prevé una expansión moderada cercana al 2,2% en 2025, con desafíos centrados en la sostenibilidad fiscal y la estabilidad de su modelo económico estatal, dependiente del gas.
¿Una recuperación moderada pero sostenida?
Como puede verse, el FMI proyecta una leve aceleración del crecimiento regional en 2025 y 2026, aunque advierte que las tensiones fiscales, la debilidad institucional y el contexto global podrían revertir este escenario si no se gestionan con responsabilidad.
Para los empresarios e inversionistas, este panorama representa tanto una advertencia como una hoja de ruta: los fundamentos macroeconómicos aún son frágiles, pero existen nichos de recuperación y expansión, especialmente si se consolidan reformas fiscales y se mantienen políticas monetarias prudentes.
 
				 
					
 
						


