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Coca-Cola cambiaría de ingrediente clave por presión de Trump

El presidente Trump anunció que Coca-Cola aceptó usar azúcar de caña en sus bebidas en EE.UU., como parte de una campaña nacional por una alimentación más saludable. La medida genera debate en el sector agroindustrial.

EYNG, 17/07/2025. En un movimiento que podría marcar un antes y un después en la industria de alimentos y bebidas de Estados Unidos, el presidente Donald Trump anunció que Coca-Cola acordó utilizar azúcar de caña real en sus productos en el mercado estadounidense, reemplazando el habitual jarabe de maíz de alta fructosa.

«He estado hablando con Coca-Cola sobre el uso de azúcar de caña REAL en la Coca-Cola en Estados Unidos, y han accedido», publicó Trump en su red Truth Social. Acto seguido, agradeció a las autoridades de la compañía por sumarse a este esfuerzo. Cabe señalar que si bien Coca-Cola no ha confirmado oficialmente el cambio, un portavoz de la compañía con sede en Atlanta indicó a la agencia Reuters que pronto anunciarán nuevas ofertas y agradecieron el entusiasmo del presidente por su producto.

Actualmente, Coca-Cola utiliza jarabe de maíz con alto contenido de fructosa en la mayoría de sus productos en EE.UU., mientras que en otras regiones, como América Latina y Europa, se emplea azúcar de caña tradicional.

«Make America Healthy Again»: La cruzada por la salud pública

El anuncio se enmarca dentro de la iniciativa Make America Healthy Again (MAHA), promovida por la administración Trump y respaldada por figuras como el Secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr. Este movimiento busca eliminar ingredientes artificiales y mejorar la calidad nutricional de los alimentos procesados en el país.

Kennedy ha sido un crítico constante del alto consumo de azúcar en la dieta estadounidense. En ese sentido, adelantó que las nuevas directrices dietéticas del gobierno, previstas para este verano, promoverán el consumo de «alimentos integrales» como estrategia para combatir enfermedades crónicas.

Un informe publicado en mayo por la Comisión MAHA, convocada por Trump, señaló que el consumo de jarabe de maíz con alto contenido de fructosa está vinculado a problemas como obesidad infantil, diabetes y otras enfermedades metabólicas.




La controversia: ¿Azúcar de caña o jarabe de maíz?

Aunque el anuncio ha sido bien recibido por algunos sectores de salud pública, la industria del maíz en EE.UU. reaccionó con preocupación. John Bode, presidente y CEO de la Asociación de Refinadores de Maíz, calificó la medida como innecesaria y perjudicial.

«Reemplazar el jarabe de maíz de alta fructosa por azúcar de caña costaría miles de empleos en la industria alimentaria estadounidense, reduciría los ingresos agrícolas y aumentaría la importación de azúcar extranjera, todo ello sin ningún beneficio nutricional», advirtió Bode.

Además, la comunidad médica no ha establecido diferencias significativas entre el azúcar de caña y el jarabe de maíz en términos nutricionales. Ambos deben consumirse con moderación, subrayan los expertos.

Cabe destacar que los productores de maíz, concentrados en el Medio Oeste, tienen una fuerte influencia política en Washington. En contraste, Florida, estado natal del presidente Trump, lidera la producción de caña de azúcar en EE.UU., lo que también introduce una dimensión geopolítica al debate.

Más presión a las grandes bebidas

Como parte de esta ofensiva, la administración Trump también autorizó a algunos estados a excluir las gaseosas del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP). Esto representa una presión adicional sobre gigantes del rubro como Coca-Cola y PepsiCo, que dependen en gran parte del consumo masivo financiado por subsidios alimentarios.

La Comisión MAHA, además de Kennedy, incluye al Secretario de Agricultura Brooke Rollins y otros miembros clave del gabinete, con la misión de identificar causas estructurales de las enfermedades crónicas y promover medidas correctivas desde el Estado y la empresa privada.




¿Una medida simbólica o un cambio estructural?

El impulso por sustituir el jarabe de maíz por azúcar de caña en Coca-Cola podría ser una jugada estratégica tanto en el ámbito político como económico. Para los empresarios, este tipo de anuncios reflejan una tendencia creciente hacia la reformulación de productos y la exigencia de mayor transparencia alimentaria.

Sin embargo, el impacto real dependerá de cómo se implementen estos cambios, el nivel de aceptación del consumidor y la capacidad de la industria para adaptarse sin pérdidas significativas. En un año electoral, las decisiones sobre salud pública también se vuelven jugadas de alto riesgo.

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