Opinión y Análisis

El reto de “salir” de la zona de confort quedándote en casa

Home office y el verdadero impacto de nuestras actividades

Cuando escuchamos la frase “zona de confort” solemos automáticamente relacionarla con proyectos de transformación, aquella metamorfosis que involucra lanzarse a desarrollar nuevas ideas o actividades, retos que nos obligan a desafiar el “status quo”.

Indudablemente es una temática muy inspiradora y comentada por muchos, desde nuestras diversas tribunas. Algunos con mayor autoridad, en términos de haber ejecutado verdaderos cambios, y otros desde una perspectiva más motivacional, pero, del mismo modo, completamente válida.

¿Por qué buscamos el cambio?

Si reflexionamos un poco en torno a esto, y nos preguntamos ¿por qué buscamos el cambio?, ¿qué nos motiva a perseguir el instinto, para dejar de hacer aquello en lo que nos sentimos a gusto y tranquilos, para sentir la adrenalina de los nuevos proyectos? Probablemente las respuestas serán muy variadas.

Y es que todos tenemos motivaciones distintas. Sin embargo, podría apostar que una de las razones es que simplemente, sea por voluntad o por fuerza, queremos que los diversos stakeholders con los que nos relacionamos en la empresa, en los estudios y en la sociedad en general, nos perciban como personas luchadoras, innovadoras y exitosas. Y, si le agregamos a ello un propósito a nuestras acciones, tendremos no sólo percepción, sino también impacto, y, eso, está muy bien, porque inspira por medio de la acción, a que otras personas atesoren los cambios como oportunidades para crecer.

¿Cómo salíamos de nuestra zona de confort?

Vayamos a otro punto. Recordemos cómo solíamos “salir de nuestras zonas de confort”. Por lo general, ello involucraba buscar un nuevo empleo, empezar nuevos estudios, iniciar nuevos negocios, proponer nuevas ideas en la compañía, impulsar la transformación cultural de la empresa, liderar proyectos de innovación, reformular los procesos internos de la organización, etc…

Podría seguir mencionando una serie de iniciativas con las que quizá tú o yo nos podríamos sentir plenamente identificados. Pero, ¿alguna vez pensaste que “salir de tu zona de confort” involucraría quedarte en casa? Creo que nadie pudo haber imaginado un escenario como el que hoy vivimos, en el que lo que era nuestro santuario personal, nuestro espacio privado, aquel lugar en el que nos despojábamos completamente de posturas y argumentos, aquellos metros cuadrados en los que nos sentíamos verdaderamente confortables, se transformarían al punto de que algunas veces hasta querríamos huir de nuestro propio espacio.

Con toda sinceridad, ¿acaso no has pensado, más de una vez, que ya no quieres estar en casa?, ¿que ese ya dejó de ser tu espacio de confort y se ha convertido en el reducido lugar en el que tienes que multiplicar tus actividades?

La nueva normalidad

Definitivamente muchos de nosotros, profesionales, algunos con menos y otros con más experiencia, estamos enfrentando esta “nueva normalidad” en la que aquellas antiguas propuestas de “home office” que otrora parecían tan atractivas, hoy se han convertido en realidades peligrosamente estresantes con las que tenemos que aprender a lidiar.

Entonces, es momento de ponernos a trabajar en esta inesperada transformación. Pasar del discurso a la acción y replantearnos nuevas rutinas, redefinir nuestras escalas de valor, encontrarle sentido a lo que “antes” pasaba desapercibido, y, sobre todo –en esto quiero ser muy honesta–, mapear a nuestros verdaderos stakeholders y notar que son aquellas personas que forman parte de nuestro círculo de afectos, que son quienes están compartiendo esta tarea titánica con nosotros, vale decir nuestros padres, nuestros hijos, nuestros compañeros de vida. Debemos reflexionar y valorizar a este nuevo “team” que se ha configurado como un equipo de alto desempeño.

Estamos frente a un momento en el que podemos aplicar todas nuestras teorías de cultura organizacional y desarrollo del talento, a la más importante organización en la que tendremos oportunidad de impactar:  nuestro hogar. En ese sentido, en la medida que incorporemos buenas prácticas y un verdadero espíritu de trabajo en equipo, lograremos el objetivo de construir una mejor familia e indudablemente, una mejor sociedad.

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Carmen Jaeger

Carmen Jaeger es especialista en Comunicación Corporativa con más de 20 años de experiencia en reputación y construcción de marcas (B2C & B2B). Actualmente es Fundadora y DirCom en CMO BTL, consultora dedicada al manejo de Branding, Identidad Visual y Transformación Comunicacional, cuyo propósito es generar vínculos entre la marca y las personas. Además, es docente en el Centro de Capacitación de la Cámara de Comercio de Lima y otras entidades de educación superior.

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