¿Cómo proteger y rentabilizar tus activos inmobiliarios?
Implementar un proceso de due diligence en Facility Management permite reducir riesgos, mejorar la eficiencia operativa y maximizar el valor de los activos inmobiliarios. Cushman & Wakefield Perú comparte cinco claves para lograrlo.

EYNG, 20/06/2025. En el entorno empresarial actual, proteger y optimizar los activos inmobiliarios es fundamental para garantizar su rentabilidad y operatividad. Un proceso de due diligence especializado en Facility Management (FM) se ha consolidado como una herramienta esencial para asegurar que los inmuebles funcionen de forma segura, eficiente y rentable desde el primer momento.
Según Carlos Herrera, Business Developer de Cushman & Wakefield Perú, «es vital tener un diagnóstico inicial de la infraestructura y equipos, que nos ayude a tomar la data necesaria en los primeros 30 días para poder elevar al cliente la criticidad o no de sus activos». Herrera explica que esto permite dirigir adecuadamente el presupuesto, evitando costos innecesarios en mantenimientos y evaluando la vida útil de los activos.
Diagnóstico inicial: La base de una estrategia sólida
El primer paso para proteger los activos es realizar un diagnóstico técnico integral. Esto incluye inspecciones físicas y la revisión de informes anteriores para identificar riesgos potenciales y determinar el estado real de la infraestructura. Esta etapa permite anticipar necesidades operativas y evitar gastos imprevistos que afecten la gestión del inmueble.
Historial de mantenimiento: Decisiones basadas en evidencia
Analizar el historial de mantenimiento y la vida útil de los activos proporciona una base para diseñar un plan preventivo eficiente. Reunir la documentación sobre servicios anteriores permite priorizar la inversión en los equipos más críticos, evitando reparaciones costosas por falta de previsión.
Cumplimiento normativo: Operar sin contingencias legales
Verificar que el inmueble cumpla con todas las licencias, permisos y normativas legales es fundamental para su operatividad. Un cumplimiento normativo riguroso no solo garantiza la continuidad del negocio, sino que también brinda tranquilidad a propietarios, inquilinos e inversores.
Informes técnicos claros y accionables
Un buen proceso de due diligence debe culminar con la elaboración de informes detallados y recomendaciones prácticas. Este documento se convierte en una guía estratégica para la toma de decisiones relacionadas con mantenimiento, inversión y valorización del activo.
Documentación al día: Transparencia para agregar valor
Mantener toda la documentación técnica y legal actualizada y accesible es clave para cualquier operación futura. Esto facilita auditorías, procesos de venta, reacondicionamientos o cambios de uso, y contribuye a mostrar el valor real del inmueble ante terceros.
En palabras de Herrera, «el due diligence en Facility Management no solo protege la inversión, sino que también aporta transparencia y valor agregado a la gestión inmobiliaria. Realizar un plan de acción es la mejor garantía para operar en entornos seguros, eficientes y competitivos».