
EYNG, 05/06/2025. Procter & Gamble (P&G), uno de los mayores fabricantes mundiales de bienes de consumo, ha anunciado una profunda reestructuración que implicará la eliminación de 7.000 puestos de trabajo en los próximos dos años. Esta medida representa aproximadamente el 6% de su fuerza laboral global y responde a un entorno económico y geopolítico cada vez más desafiante, marcado por aranceles crecientes, inflación y una demanda más moderada de los consumidores.
Recorte estratégico ante un mercado cambiante
Durante una presentación en la conferencia de Deutsche Bank en París, ejecutivos de P&G informaron que los despidos afectarán principalmente a empleados no vinculados a procesos de manufactura, lo que representa cerca del 15% del personal en esas áreas. Según el informe financiero más reciente, al 30 de junio de 2024 la compañía contaba con alrededor de 108.000 trabajadores en total.
Esta decisión forma parte de un plan de reestructuración bienal, con el que la compañía busca mejorar su eficiencia operativa y responder de manera más ágil a las condiciones cambiantes del mercado, como los costos crecientes derivados de la guerra comercial y la presión sobre los márgenes.
Salida de marcas y ajustes en la cartera
P&G también anunció que abandonará ciertas categorías, marcas y presentaciones en mercados específicos. Esta racionalización de portafolio podría incluir desinversiones estratégicas que permitirán a la firma centrarse en productos con mayor rentabilidad o posicionamiento global. El objetivo es optimizar la cadena de suministro y reducir costos operativos, según explicaron Andre Schulten, director financiero; y Shailesh Jejurikar, director de Operaciones.
El impacto de los aranceles y la incertidumbre global
La empresa ha sido clara respecto a su posición frente al actual contexto geopolítico. Las medidas arancelarias impulsadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han generado un entorno volátil para las compañías multinacionales, especialmente aquellas con operaciones amplias en América del Norte y Asia. Los ejecutivos señalaron que este escenario ha incrementado la incertidumbre tanto para los consumidores como para las empresas.
En abril de este año, P&G ya había anticipado incrementos de precios en algunos productos como respuesta directa al aumento de los aranceles, reafirmando que seguiría usando «todas las herramientas disponibles» para proteger su rentabilidad.
Eficiencia, productividad y liderazgo en tiempos de crisis
Lejos de tratarse de un cambio repentino de rumbo, la compañía ha definido esta reestructuración como una aceleración de su estrategia vigente, centrada en ganar competitividad a través de mejoras en productividad y liderazgo en calidad de producto. «Este no es un enfoque nuevo, sino una intensificación deliberada de nuestras prioridades», afirmaron Schulten y Jejurikar.
P&G asegura que la simplificación organizacional que conlleva este proceso permitirá ampliar responsabilidades individuales y formar equipos más eficientes, lo que se traduce en una estructura más ágil para enfrentar los desafíos globales.
Una advertencia para el sector de consumo masivo
La decisión de P&G puede marcar una tendencia entre los grandes actores del sector consumo masivo, especialmente aquellos que operan a escala global y que enfrentan al mismo tiempo presión de costos, cambios regulatorios y un consumidor cada vez más sensible al precio.
Empresas que buscan operar con mayor eficiencia podrían seguir este camino, racionalizando portafolios, ajustando estructuras y maximizando productividad para sostener su liderazgo.