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Guerra comercial llega al cine: Trump impone nuevo arancel

Donald Trump lanza una agresiva medida proteccionista para rescatar a la industria cinematográfica estadounidense, golpeada por la competencia fiscal internacional.

EYNG, 05/05/2025. En una medida que podría redefinir el comercio internacional del entretenimiento, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la imposición de un arancel del 100% a todas las películas producidas fuera del país y que busquen ingresar al mercado estadounidense. Esta acción, que busca revitalizar a una Hollywood en evidente decadencia, responde —según Trump— a una amenaza directa contra la seguridad nacional y al uso de contenido extranjero como herramienta de propaganda.

«La industria cinematográfica estadounidense está muriendo muy rápidamente», afirmó el mandatario a través de su red Truth Social. «Queremos películas hechas en Estados Unidos, otra vez».

Un nuevo frente en la guerra comercial

Este arancel se suma a la estrategia de Trump de proteger sectores económicos clave. La medida será implementada por el Departamento de Comercio, cuya cabeza, Howard Lutnick, ratificó en la plataforma X que la orden ya está en marcha. Sin embargo, aún no se han ofrecido detalles sobre su aplicación exacta: ¿afectará a películas en plataformas de streaming como Netflix? ¿se calculará el gravamen según el presupuesto de producción o por la recaudación en taquilla?

La Asociación Cinematográfica de Estados Unidos (MPAA), que representa a gigantes como Disney, Universal Pictures y Netflix, aún no ha emitido una postura oficial, mientras que los estudios intentan entender el impacto real de esta drástica política.

Hollywood: Víctima del dumping fiscal internacional

Durante la última década, los grandes estudios de Hollywood han desplazado gran parte de su producción al extranjero. Incentivos fiscales en países como Canadá, Australia, Gran Bretaña y Nueva Zelanda han convertido a estas naciones en destinos preferidos por los productores, en detrimento de California. Según Ampere Analysis, el gasto global para producir contenido audiovisual en 2025 alcanzará los 248 mil millones de dólares, y una porción creciente de ese capital está saliendo de Estados Unidos.

Datos de ProdPro revelan que en 2023, cerca del 50% del gasto de productores estadounidenses en proyectos de más de 40 millones de dólares ocurrió fuera del país. Por su parte, FilmLA indicó que la producción audiovisual en Los Ángeles cayó un 40% en la última década, agravada por fenómenos como los incendios forestales de enero pasado, que llevaron a muchos trabajadores de la industria a considerar mudarse de la ciudad.

La reacción internacional y el riesgo de represalias

Los gobiernos de Australia y Nueva Zelanda reaccionaron de inmediato, anunciando que defenderán sus industrias culturales ante lo que consideran una medida proteccionista injustificada. Cabe recordar que varias producciones multimillonarias de Marvel y franquicias como El Señor de los Anillos se han filmado en dichos países, atrayendo inversiones y generando empleo local.

El economista William Reinsch, miembro del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) y ex funcionario del Departamento de Comercio, advirtió que las represalias podrían ser devastadoras para la propia industria estadounidense. «Tenemos mucho más que perder que ganar. Justificar esta medida bajo el argumento de seguridad nacional es, como mínimo, arriesgado», sostuvo.

¿Renacimiento o aislamiento de Hollywood?

En un intento simbólico de restaurar el espíritu de la industria cinematográfica nacional, Trump nombró en enero a actores como Jon Voight, Sylvester Stallone y Mel Gibson como embajadores del nuevo Hollywood «más grande, mejor y más fuerte que nunca».

Mientras tanto, sindicatos de trabajadores, técnicos de rodaje, operadores de cámara y diseñadores de vestuario en California están presionando al gobernador Gavin Newsom para aumentar los incentivos fiscales estatales. El objetivo es claro: evitar que el corazón del cine mundial se vacíe por completo ante una competencia global cada vez más agresiva.

Lo que está en juego no es solo una industria creativa: es un ecosistema productivo que emplea a millones de personas, genera impacto cultural y representa un ícono del poder blando estadounidense. La pregunta ahora es si el arancel del 100% será el motor de un renacimiento nacional… o el catalizador de un nuevo capítulo de aislamiento económico.


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