Manufactura impulsa exportaciones de la Comunidad Andina
La Comunidad Andina creció 5.5% en exportaciones en 2024. El 82.9% del comercio intrarregional fue de productos manufacturados, consolidando su rol estratégico en la región.
EYNG, 15/04/2025. Durante 2024, la Comunidad Andina (CAN) —conformada por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú— registró un destacado crecimiento del 5.5% en sus exportaciones totales al mundo, alcanzando los US$ 165.290 millones, según cifras oficiales de la Secretaría General de la CAN. Este repunte se explica, principalmente, por el dinamismo exportador de Perú y Ecuador, consolidando a la CAN como un bloque económico clave en América Latina.
Comercio intrarregional: motor de integración y valor agregado
Uno de los hitos más importantes del 2024 fue el fortalecimiento del comercio intracomunitario, que ascendió a US$ 9.152 millones. Lo más destacado es que el 82,9% de estas exportaciones entre países andinos fueron productos manufacturados, reafirmando el papel estratégico del bloque en la industrialización regional. Este dato no solo revela el crecimiento de la manufactura andina, sino también su rol como catalizador del empleo, la innovación y el desarrollo económico estructural.
Cabe señalar que Estados Unidos y China continúan liderando como destinos principales de las exportaciones andinas, con una participación de 19,5% y 19,3%, respectivamente; seguidos por la Unión Europea (12,1%) y Panamá (6,8%). Sin embargo, la propia Comunidad Andina se consolidó como el quinto destino más importante para los productos del bloque, representando el 5,5% del total de ventas externas.
Manufactura andina: una palanca para la transformación productiva
Las exportaciones manufactureras representan el núcleo de la transformación económica. En 2024, el bloque exportó US$ 7.583 millones en manufacturas a sus propios miembros, cifra que representa el 10,1% del total de exportaciones manufactureras andinas al mundo, solo superada por Estados Unidos como destino.
Perú lideró el comercio de manufacturas dentro de la región, con el 94% de sus envíos intrarregionales compuestos por productos manufacturados, como alambre de cobre, alimentos para animales y combustibles refinados. Le siguió Bolivia, con un destacable 90% de sus exportaciones intracomunitarias en manufacturas, destacando derivados de la soya y aceites vegetales.
Colombia, por su parte, alcanzó un 82.5% de participación manufacturera en sus ventas a la CAN, con productos como medicamentos, detergentes y carburorreactores. A su vez, Ecuador registró un 64.6% de participación de manufacturas en sus exportaciones al bloque, enfocándose en conservas de pescado, arroz y tableros de madera.
Superávit comercial tras más de una década
Por primera vez desde 2012, la Comunidad Andina logró una balanza comercial positiva en 2024, con un superávit de US$ 4.299 millones, impulsado por el alza en las exportaciones y una moderada subida del 0,7% en las importaciones, que totalizaron US$ 160.991 millones.
Este resultado marca un cambio estructural en la relación comercial del bloque con el mundo y ratifica el valor de una política exportadora orientada a productos con mayor valor agregado.
Libre comercio como ventaja competitiva
El embajador Gonzalo Gutiérrez, secretario general de la CAN, subrayó que el régimen de libre comercio del bloque representa una oportunidad estratégica ante la creciente incertidumbre del comercio global. «La CAN brinda un espacio de integración que no solo favorece la estabilidad macroeconómica, sino que potencia la competitividad de las empresas andinas en mercados internacionales», señaló.
Gracias a esta zona de libre comercio, las empresas pueden exportar sin pagar aranceles, lo que facilita el intercambio de bienes industriales y fortalece las cadenas de valor regionales.
Una plataforma regional con proyección global
Como puede verse, la Comunidad Andina se presenta como una plataforma regional sólida para potenciar negocios con miras globales. Para los empresarios, representa una oportunidad estratégica para diversificar mercados, fortalecer redes comerciales y consolidar exportaciones con mayor valor agregado.
En un contexto internacional cada vez más desafiante, el fortalecimiento del comercio intrarregional no solo protege a las economías locales de la volatilidad externa, sino que también impulsa un modelo de crecimiento más inclusivo y sostenible.
