Aranceles de Trump a vehículos importados sacude la industria automotriz global
El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció un arancel del 25 % para todos los vehículos importados a partir del 3 de abril. La medida busca atraer manufactura al país y proteger el empleo local, pero genera tensiones con socios comerciales clave como Canadá, Japón y la Unión Europea. El impacto económico podría ser millonario y obliga a las empresas a replantear sus estrategias de producción y exportación.

EYNG, 27/03/2025. En una jugada que redefine el tablero del comercio mundial, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el miércoles la imposición de un arancel del 25% a todos los automóviles y camiones ligeros importados, a partir del próximo 3 de abril. Esta medida tiene como objetivo repatriar la producción automotriz al territorio estadounidense y forma parte de una nueva etapa en la agresiva estrategia proteccionista de su gobierno.
Según Trump, esta política busca fortalecer la economía estadounidense, generando ingresos por entre 600 mil millones y 1 billón de dólares en un periodo de dos años. Además, incentivaría a las automotrices extranjeras a establecer plantas en Estados Unidos para evitar los aranceles. «Si fabricas tu vehículo en Estados Unidos, no hay aranceles», enfatizó desde la Casa Blanca durante la firma de una orden ejecutiva que oficializa la medida.
Impacto global: Aliados y rivales en alerta
La medida tiene implicancias directas para México, Canadá, Alemania, Japón y Corea del Sur, países con industrias automotrices altamente integradas al mercado estadounidense. En 2024, Estados Unidos importó vehículos por un valor de 475.000 millones de dólares, de los cuales casi la mitad fueron autos terminados.
En el caso de México y Canadá, las autopartes fabricadas en estos países estarán temporalmente exentas de los nuevos aranceles, aunque persiste la incertidumbre sobre su duración.
El primer ministro canadiense Mark Carney reaccionó con firmeza, calificando la medida como un «ataque directo» y advirtiendo que provocará cierres de plantas y una disrupción profunda en una industria que comparte cadenas de producción entre ambos países. Carney anunció que su gabinete está evaluando contramedidas no arancelarias en respuesta.
Por su parte, Japón también ha rechazado la decisión. El primer ministro Shigeru Ishiba manifestó el jueves que su gobierno responderá «con todas las opciones disponibles» y solicitó quedar exento de la medida, en vista de que Japón es actualmente el país con mayor inversión extranjera directa en Estados Unidos, según declaró el portavoz Yoshimasa Hayashi.
Un informe de Nomura Securities estima que los aranceles podrían costarle a la industria japonesa hasta 3,2 billones de yenes (19.800 millones de euros). Empresas como Mazda, que exporta la mitad de sus vehículos vendidos en EE.UU. desde Japón (unos 220.000), podrían incluso registrar pérdidas operativas. En respuesta, las acciones de Mazda cayeron más de un 6 % en la Bolsa de Tokio.
Europa apuesta por el diálogo… por ahora
La Comisión Europea, encabezada por Ursula von der Leyen, lamentó la medida y anunció que realizará una evaluación completa de su impacto. No obstante, aseguró que la Unión Europea seguirá apostando por soluciones negociadas, aunque subrayó que protegerá sus intereses económicos si es necesario.
Apoyo sindical interno
Mientras el anuncio desata tensiones diplomáticas y económicas, el sindicato United Auto Workers (UAW) —uno de los más influyentes del país— celebró la decisión. Su presidente, Shawn Fain, la calificó como «el fin del desastre del libre comercio» y una victoria histórica para los trabajadores de la industria automotriz estadounidense. «Terminar con la carrera a la baja en la industria del automóvil comienza por arreglar nuestros acuerdos comerciales rotos; y la Administración de Trump ha hecho historia con las acciones anunciadas», declaró.
De otro lado, es importante señalar que Trump también propuso al Congreso un incentivo fiscal adicional: permitir la deducción de intereses de préstamos de vehículos fabricados en EE.UU. Asimismo, anunció que se implementarán aranceles recíprocos contra países que mantengan barreras aduaneras contra bienes estadounidenses, en lo que ha llamado el «Día de la Liberación» (2 de abril).
Aranceles: Implicancias para los negocios globales
La política arancelaria de Trump representa un cambio de paradigma en las relaciones comerciales globales, con un enfoque que favorece la manufactura nacional y los incentivos fiscales internos. Para los empresarios del sector automotor y de manufactura en general, este anuncio implica revisar cadenas de suministro, adaptar estrategias logísticas y posiblemente replantear decisiones de inversión en el mediano plazo.
De acuerdo con Bloomberg y Reuters, los países afectados podrían iniciar acciones ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) si consideran que la medida viola principios de libre comercio. Mientras tanto, la industria automotriz mundial deberá recalcular costos, precios y producción, especialmente en un contexto económico en el que las tensiones geopolíticas ya afectaban el desempeño global.
xxs
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