Hino Motors, de Toyota, admite fraude en emisiones y pagará millonaria multa

EYNG, 20/03/2025. En un nuevo escándalo de emisiones, Hino Motors, subsidiaria de Toyota especializada en la fabricación de camiones, aceptó pagar 1.600 millones de dólares en sanciones tras declararse culpable de manipular pruebas de emisiones de sus motores diésel en Estados Unidos. Esta resolución forma parte de un acuerdo con el Departamento de Justicia de EE.UU., que reveló detalles sobre las irregularidades cometidas por la compañía.
Manipulación de emisiones entre 2010 y 2019
Según el comunicado oficial del Departamento de Justicia, entre 2010 y 2019, ingenieros de Hino Motors alteraron datos de pruebas de emisiones, llevaron a cabo procedimientos de prueba de manera incorrecta y falsificaron resultados sin evidencias reales. Como resultado, los motores diésel vendidos en el país mostraban niveles de consumo de combustible y emisiones de dióxido de carbono distintos a los reales.
Además, la investigación determinó que la compañía ocultó funciones de software que afectaban negativamente los sistemas de control de emisiones. Esto permitió que los motores parecieran cumplir con la normativa ambiental estadounidense, cuando en realidad estaban emitiendo contaminantes por encima de los límites permitidos.
Más de 100.000 motores manipulados en el mercado estadounidense
El impacto de estas acciones se reflejó en la importación de más de 105.000 motores diésel alterados entre 2010 y 2022, instalados principalmente en camiones pesados comercializados en todo el país. Durante este período, Hino Motors generó aproximadamente 1.000 millones de dólares en ingresos por la venta de estos vehículos, lo que evidencia la magnitud del beneficio obtenido a partir del fraude.
Sanciones y restricciones impuestas a Hino Motors
Como parte del acuerdo judicial con las autoridades de EE.UU., Hino Motors aceptó pagar una multa penal de 521,76 millones de dólares. Adicionalmente, se le impuso la prohibición de importar motores diésel a Estados Unidos durante los próximos cinco años, lo que representa un duro golpe para la compañía en uno de los mercados más importantes para el sector de vehículos pesados.
Por otro lado, el Gobierno estadounidense decomisó 1.087 millones de dólares como parte del proceso legal. Esta medida refuerza la postura de las autoridades en contra de prácticas fraudulentas que afectan el medioambiente y la salud pública.
Reacción de la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU.
Jeffrey Hall, representante de la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA, por sus siglas en inglés), destacó la gravedad del caso al señalar que «Hino certificó falsamente el cumplimiento de la Ley de Aire Limpio para obtener ganancias a expensas de los estadounidenses, enviando motores ilegales y contaminantes al país».
Asimismo, Hall enfatizó que «la declaración de culpabilidad y la sentencia de hoy demuestran que las empresas que intencionalmente evaden nuestras leyes ambientales, incluso falsificando datos para aparentar cumplimiento, merecen ser castigadas y serán consideradas penalmente responsables».
Un caso que recuerda otros escándalos en la industria automotriz
Este caso se suma a otros escándalos de manipulación de emisiones en la industria automotriz, como el conocido «Dieselgate» de Volkswagen, que, en 2015, admitió haber instalado software ilegal en 11 millones de vehículos diésel para manipular las pruebas de emisiones, lo que resultó en multas y sanciones por más de 20.000 millones de dólares. Estos casos resaltan la necesidad de una mayor transparencia y cumplimiento de las normativas ambientales por parte de los fabricantes de vehículos.