EYNG, 07/03/2025. En un mercado laboral competitivo, donde cada detalle cuenta, identificar y resaltar nuestras fortalezas en una entrevista de trabajo puede marcar la diferencia entre conseguir el puesto soñado o quedar en el camino. La clave está en la preparación y el autoconocimiento, según explica Viviana Vélez, consultora asociada de LHH DBM Perú. En este artículo, la experta muestra cómo analizar tus habilidades, categorizarlas estratégicamente y comunicarlas con impacto para sobresalir en cualquier proceso de selección.
Paso 1: Reflexiona sobre tus experiencias exitosas
Antes de una entrevista, es esencial hacer una evaluación personal sobre los logros alcanzados en tu trayectoria profesional. Para ello, Vélez recomienda revisar proyectos, desafíos superados y momentos clave en los que se hayan obtenido buenos resultados. Pregúntate: ¿Cuáles fueron las habilidades o actitudes que contribuyeron a esos logros?¿Cómo estas competencias pueden agregar valor a la empresa a la que postulo?
El análisis de experiencias pasadas no solo permite reconocer nuestras fortalezas, sino también preparar ejemplos concretos que demuestren nuestro impacto en entornos laborales.
Paso 2: Obtén retroalimentación externa
Si bien la introspección es fundamental, la opinión de terceros puede aportar un punto de vista objetivo sobre nuestras capacidades. Para ello, la experta recomienda:
- Consultar a colegas, supervisores o mentores sobre las habilidades en las que destacamos.
- Solicitar referencias que validen nuestras competencias.
- Utilizar herramientas de evaluación como encuestas o tests de personalidad.
Este proceso ayuda a obtener una perspectiva más clara sobre nuestras áreas de fortaleza y mejora.
Paso 3: Clasifica tus fortalezas estratégicamente
No todas las habilidades tienen el mismo peso en un proceso de selección. Según Vélez, es clave categorizar las fortalezas para comunicarlas con claridad en una entrevista. Estas se dividen en tres grandes grupos:
Habilidades técnicas o duras: Son aquellas competencias específicas relacionadas con el conocimiento técnico del puesto. Algunos ejemplos son:
- Manejo de software y herramientas digitales.
- Dominio de idiomas extranjeros.
- Certificaciones en áreas especializadas.
Habilidades blandas o interpersonales: Tienen que ver con la capacidad de interactuar de manera efectiva en un entorno de trabajo. Las más valoradas incluyen:
- Comunicación asertiva y persuasiva.
- Trabajo en equipo y liderazgo.
- Resolución de problemas y pensamiento crítico.
Valores y actitudes profesionales: Son aquellas cualidades que definen nuestra ética de trabajo y compromiso con la organización:
- Responsabilidad y disciplina.
- Proactividad y capacidad de adaptación.
- Inteligencia emocional y resiliencia.
Paso 4: Relaciona tus fortalezas con el puesto
Uno de los errores más comunes en una entrevista es enumerar habilidades sin conectar con las necesidades del empleador. Para evitarlo, es fundamental:
- Analizar la descripción del puesto y las competencias clave que requiere.
- Identificar coincidencias entre tus fortalezas y lo que busca la empresa.
- Preparar ejemplos concretos de cómo estas habilidades han generado resultados positivos en trabajos anteriores.
Por ejemplo, si el puesto exige habilidades de liderazgo, no basta con decir «soy un buen líder». Es más efectivo estructurar la respuesta con el método STAR (Situación, Tarea, Acción, Resultado) para desarrollar tus ejemplos. Sé específico y evita generalidades. En lugar de decir «soy buen líder», comparte un ejemplo: «En mi último trabajo, lideré un equipo de 5 personas para implementar un nuevo sistema de ventas, lo que las aumentó en un 20% en seis meses».
Vélez advierte que este enfoque hace que el mensaje sea más convincente y fácil de recordar para el reclutador.
Paso 5: Domina tu lenguaje corporal y comunicación
No basta con tener el mejor discurso, también hay que saber comunicarlo con confianza. Para ello, Vélez recomienda:
- Mantener contacto visual con el entrevistador.
- Cuidar la postura y gestos, evitando cruzar los brazos o mostrar nerviosismo.
- Hablar con claridad y seguridad, utilizando pausas estratégicas.
Paso 6: Reflexiona después de cada entrevista
Cada entrevista es una oportunidad de aprendizaje. Por ello, es recomendable:
- Evaluar qué respuestas fueron efectivas y cuáles podrían mejorarse.
- Identificar posibles preguntas difíciles para preparar mejores respuestas.
- Solicitar retroalimentación cuando sea posible.
La preparación y la práctica continua son la clave para proyectar seguridad y aumentar las probabilidades de éxito en cualquier proceso de selección.
En conclusión,identificar y destacar nuestras fortalezas en una entrevista de trabajo no es solo cuestión de suerte, sino de estrategia. A través de la autoevaluación, la retroalimentación y la preparación de respuestas estructuradas, es posible demostrar nuestro valor profesional de manera efectiva. El mercado laboral actual premia a quienes saben comunicar su talento con claridad y confianza.
Ahora que conoces estos pasos, ¿estás listo para brillar en tu próxima entrevista?
