
EYNG, 14/2/2025. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una nueva política de «aranceles recíprocos» con el objetivo de igualar las tarifas que los países imponen a las exportaciones estadounidenses. Esta medida afectará directamente a la Unión Europea (UE) y a otras economías con altos gravámenes sobre productos de EE.UU., en un intento de nivelar el comercio internacional y reducir el déficit comercial.
«He decidido que, por razones de justicia, voy a imponer aranceles recíprocos. Lo que un país haga pagar a EE.UU., nosotros les cobraremos lo mismo, ni más ni menos», declaró Trump desde el Despacho Oval, poco antes de firmar el memorando presidencial que da inicio a esta política.
Un cambio de enfoque en la política arancelaria de EE.UU.
A diferencia de medidas anteriores, los nuevos aranceles no se aplicarán de inmediato. Fuentes del gobierno estadounidense señalaro a EFE que la implementación tomará algunas semanas o meses y se enfocará primero en los países con mayores déficits comerciales con EE.UU.
Trump justificó la medida asegurando que Estados Unidos ha sido históricamente generoso con muchos países, pero ahora es el momento de recibir un trato equitativo. «Todo el mundo se ha aprovechado de EE.UU., y hemos pagado un precio alto por ello. Ahora es tiempo de que nos traten de manera justa», afirmó el mandatario.
Impacto en la Unión Europea y sectores estratégicos
El documento firmado por Trump destaca dos aspectos clave que, según su administración, han perjudicado a la economía estadounidense. En primer lugar, los altos aranceles que los países imponen a los productos estadounidenses en el extranjero y, en segundo lugar, las barreras no arancelarias, como impuestos indirectos y regulaciones comerciales.
La política no impondrá una tasa uniforme del 10 % o 25 %, sino que establecerá aranceles específicos por país en función de las restricciones comerciales que estos aplican a EE.UU.
Uno de los principales focos de esta política es la Unión Europea, a la que Trump acusó de aplicar prácticas comerciales desleales. En particular, criticó el IVA europeo, que varía entre el 17 % en Luxemburgo y el 27 % en Hungría, calificándolo de «arancel oculto» que afecta las exportaciones estadounidenses.
«Alemania vende más coches en EE.UU. de los que nosotros les vendemos, y no es por la calidad de su manufactura, sino por prácticas comerciales desleales», aseguró el presidente, aludiendo a los aranceles europeos que impactan la industria automotriz estadounidense.
La industria automotriz en la mira
Uno de los sectores más afectados por la medida será el automotriz. Un alto funcionario del gobierno, señaló A EFE que Washington podría aumentar significativamente los aranceles sobre los autos importados desde Europa.
Actualmente, EE.UU. aplica un arancel del 2.5 % a los autos importados, mientras que la UE impone un 10 % más el IVA comunitario. Con la nueva política, Washington podría aumentar la tasa a un 27 %, equiparándola a la carga impositiva que la UE aplica a los vehículos estadounidenses.
Trump dejó abierta la posibilidad de que cada país renegocie sus tarifas comerciales con EE.UU., lo que indica que la orden ejecutiva podría utilizarse como una estrategia de presión en futuras negociaciones comerciales.
¿Qué sigue para el comercio internacional?
La imposición de aranceles recíprocos podría generar tensiones comerciales con varios aliados de EE.UU., incluyendo la UE, China y Canadá. Sin embargo, la Casa Blanca insiste en que el objetivo es obtener un comercio más justo y equitativo.
Entre las principales consecuencias de la medida, se espera una reducción del déficit comercial de EE.UU., un mayor proteccionismo en mercados clave, impacto en las exportaciones europeas y asiáticas y una posible respuesta con contramedidas arancelarias por parte de la UE y otros países.
Con esta estrategia, Trump busca reforzar su política económica, consolidando su postura proteccionista y nacionalista en el comercio global.
Una estrategia comercial agresiva con impacto global
La nueva política de aranceles recíprocos es un giro significativo en la estrategia comercial de EE.UU. y podría redefinir las relaciones comerciales con la Unión Europea y otros mercados clave.
Para empresarios e inversionistas, esta medida podría generar incertidumbre en sectores como el automotriz, el tecnológico y el industrial, obligando a las empresas a replantear sus estrategias de importación y exportación.
El futuro del comercio internacional dependerá de las respuestas de la UE y otros países, así como de la capacidad de Trump para negociar acuerdos comerciales más ventajosos para EE.UU.
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