La caída de Kodak: del dominio mundial a la bancarrota en 2012
Descubre cómo Kodak pasó de dominar la fotografía mundial a declararse en quiebra en 2012, un caso emblemático de falta de adaptación al cambio tecnológico.
EYNG, 11/12/2024. En la década de los setenta, Kodak era sinónimo de fotografía. Controlaba aproximadamente el 85% del mercado de cámaras y el 90% de las películas fotográficas en Estados Unidos. Sin embargo, en enero de 2012, la icónica compañía presentó su solicitud de bancarrota, marcando el fin de una era. ¿Qué llevó a esta gigante a perder su hegemonía? Este artículo analiza los factores detrás de su declive, basado en estudios y opiniones de expertos.
Kodak y el ascenso al éxito
Fundada en 1888 por George Eastman, Kodak revolucionó la fotografía al introducir cámaras portátiles y películas accesibles para el público masivo. Su lema, «Usted aprieta el botón, nosotros hacemos el resto», simplificaba el proceso fotográfico, democratizándolo.
Durante más de un siglo, la compañía lideró la industria, invirtiendo en investigación, innovación y marketing. En los años setenta, Kodak era un imperio que empleaba a más de 120.000 personas y generaba ingresos superiores a los 10,000 millones de dólares.
El principio del fin: la revolución digital
Paradójicamente, uno de los mayores errores estratégicos de Kodak fue ignorar su propia innovación. En 1975, un ingeniero de la empresa, Steve Sasson, inventó la primera cámara digital. Sasson explicó en entrevistas posteriores que la dirección de Kodak desestimó el invento, considerándolo una amenaza para su lucrativo negocio de películas fotográficas.
«Era una tecnología disruptiva que Kodak no quiso desarrollar porque afectaba su modelo de negocio tradicional», comentó Sasson en una entrevista con The New York Times.
Errores estratégicos clave
Los expertos coinciden en que Kodak cayó en la «miopía del marketing», un término acuñado por el académico Theodore Levitt para describir empresas que se enfocan en sus productos en lugar de en las necesidades cambiantes de sus clientes.
Negación del cambio digital: Durante los años ochenta y noventa, el mercado fotográfico comenzó a digitalizarse rápidamente. Empresas como Sony y Canon adoptaron la nueva tecnología, mientras Kodak insistió en mantener su enfoque en la película tradicional.
Tardía adaptación: Aunque Kodak intentó recuperar terreno lanzando cámaras digitales a finales de los noventa, ya era demasiado tarde. Competidores más ágiles habían ganado la confianza del consumidor.
Errores de liderazgo: Según Harvard Business Review, los directivos de Kodak subestimaron la velocidad del cambio tecnológico. En lugar de invertir agresivamente en digitalización, se aferraron a un negocio en decadencia.
La bancarrota en 2012
Para el 2000, los ingresos de Kodak habían comenzado a declinar drásticamente. La compañía acumuló deudas y perdió relevancia frente a nuevos jugadores como Nikon, Canon y empresas emergentes como Apple. Finalmente, en 2012, Kodak se declaró en quiebra bajo el capítulo 11 de la ley de bancarrota de Estados Unidos.
«El fracaso de Kodak no fue por falta de tecnología, sino por falta de visión y liderazgo estratégico», señaló James Estill, analista financiero de Morgan Stanley en dicho año.
Lecciones aprendidas
El caso de Kodak se ha convertido en un ejemplo clásico de lo que sucede cuando una empresa no logra adaptarse a las transformaciones tecnológicas y de mercado. Empresas actuales como Apple, Google y Amazon han tomado nota, invirtiendo constantemente en innovación para evitar la obsolescencia.
Como señaló Estill, «la verdadera innovación no solo significa crear nuevas tecnologías, sino también adaptarse a los cambios que estas generan en el comportamiento del consumidor».
Lea más…
¿Cuáles son las seis señales de alerta de la zona de confort empresarial?