Estrategias de naming: La importancia del nombre en una marca
El naming es esencial para crear una marca exitosa. Descubre estrategias claves para elegir el nombre perfecto y posicionarte en el mercado.

EYNG, 22/10/2024. Elegir el nombre perfecto para una marca, conocido como «naming», es un proceso crucial en la construcción de un negocio exitoso. Este nombre no solo representa la primera impresión ante los clientes, sino que también será parte integral de la relación a largo plazo que se establezca con ellos. La correcta selección de un nombre puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso, por lo que es esencial que sea memorable, representativo y fácil de asociar con los valores de la marca.
Samantha Da Silva, directora de Diseño Académico en la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP), enfatiza que «las marcas se ven y se escuchan», por lo tanto, tanto el sonido como el significado del nombre juegan un papel determinante. «El nombre de una marca debe transmitir la esencia, ser memorable, distinguible y único», añade Da Silva.
Naming: Estrategias clave para escogerlo
A continuación, la experta brinda cinco estrategias fundamentales para escoger el nombre adecuado de una marca:
1. Investigación de mercado y competencia
Antes de comenzar a generar nombres, es fundamental realizar un análisis exhaustivo del mercado y de los competidores. Según Da Silva, «es importante listar las marcas dentro de la categoría en la que se desarrollará el proyecto, así como las relacionadas con productos o servicios paralelos». Este análisis permitirá identificar palabras clave que son utilizadas frecuentemente en la industria y decidir si se deben evitar o utilizar para crear un nuevo concepto. Esta investigación es esencial para diferenciarse de la competencia y posicionarse con una identidad única en el mercado.
2. Territorios conceptuales: asociar la marca a valores clave
El territorio conceptual es el espacio que una marca ocupa en la mente del consumidor, asociado a valores, conceptos o contextos que refuercen sus beneficios. Da Silva explica que «energía o calor se asocian con bebidas refrescantes, tecnología con dispositivos móviles, y seguridad con productos financieros». La identificación de estas asociaciones facilita la creación de un nombre que los consumidores relacionen rápidamente con lo que la marca ofrece, asegurando un posicionamiento estratégico desde el primer día. Un nombre bien alineado con el territorio conceptual refuerza la identidad y coherencia de la marca.
3. Lluvia de ideas: generación creativa de nombres
Con la investigación de mercado y los territorios conceptuales definidos, es momento de realizar una lluvia de ideas. Da Silva recomienda escribir todos los nombres que se te ocurran, sin limitaciones. «Cuantos más nombres generes, mejor», asegura. Para este proceso, se pueden combinar diferentes tipos de nombres, como los descriptivos, abstractos, asociativos o sugerentes, buscando propuestas creativas y que se alineen con la esencia de la marca. Este enfoque permite obtener una lista extensa y variada de posibles nombres para luego filtrar las mejores opciones.
4. Selección de nombres según criterios clave
Tras la lluvia de ideas, el siguiente paso es aplicar criterios de selección para elegir los mejores nombres. «Se deben escoger aquellos que suenen mejor, sean más memorables y construyan una mayor diferenciación», comenta Da Silva. Además, el nombre debe encajar con la propuesta de valor de la marca y ser agradable tanto visual como auditivamente. Estos criterios son clave para asegurar que el nombre no solo sea atractivo, sino que también cumpla con los objetivos estratégicos de la empresa.
5. Comprobación final y validación
Una vez seleccionados los posibles nombres, es imprescindible realizar una comprobación online. Da Silva aconseja verificar si el nombre tiene connotaciones negativas en otros idiomas, así como revisar la disponibilidad de dominios web y URLs asociadas. Esto es vital para asegurar que no existan conflictos legales o culturales que puedan perjudicar el uso del nombre en diferentes mercados. Validar la viabilidad del nombre también implica asegurarse de que sea escalable y no esté excesivamente ligado a un producto específico, lo que podría limitar el crecimiento futuro de la marca.
Finalmente, Da Silva subraya la importancia de pensar en grande al elegir un nombre. Uno demasiado específico podría restringir la expansión de la marca a nuevas categorías o mercados. El nombre debe ser lo suficientemente flexible como para adaptarse a las posibles evoluciones del negocio. Como concluye la experta: «La marca es mucho más que un nombre. Es la puerta de entrada a lo que se ofrece».
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