EYNG, 28/08/2024. La estatal peruana Petroperú (Petróleos del Perú) ha llegado a un punto de inflexión crucial, con la Junta General de Accionistas pidiendo al Gobierno de Dina Boluarte que considere la posibilidad de aceptar la quiebra o liquidación de la compañía.
En un comunicado emitido el martes, la Junta General de Accionistas subrayó que la grave crisis financiera que atraviesa la empresa ha hecho insostenible su gestión. El sobreendeudamiento ha deteriorado severamente sus ratios de solvencia y liquidez, obligando al gobierno, que posee el 100% de la empresa, a enfrentar una dura decisión.
Cabe señalar que, desde el 13 de mayo pasado, cuando Petroperú, a través de un comunicado, reveló la crítica situación en la que se encontraba, la empresa ha estado esperando una respuesta gubernamental sobre las acciones a tomar para asegurar su autosostenibilidad. En ese comunicado, Petroperú también había destacado la inmoralidad de seguir solicitando más fondos estatales sin comprometerse a realizar cambios profundos.
Con el tiempo, la falta de una decisión definitiva por parte del Gobierno ha llevado a la junta a presentar tres alternativas: continuar inyectando capital para mantener la empresa a flote, emprender una reestructuración profunda con el apoyo de una firma internacional para mejorar su eficiencia y atraer inversión privada, o aceptar la quiebra y liquidación, asumiendo las implicaciones legales y financieras correspondientes.
El reciente comunicado de la Junta de Accionistas de Petroperú señala que, si el gobierno opta por una reestructuración profunda, sería necesaria una inyección de capital para realizarsacciones de eficiencia organizacional , las que deberían ser implementadas con el apoyo de una firma de experiencia internacional comprobada para lograr una estabilización que asegure la atracción de capital privado.
¿Por qué Petroperú está en crisis?
Una de las principales causas de la crisis actual es la costosa construcción de la Nueva Refinería Talara (NRT), que se inició con un presupuesto mucho menor pero terminó costando 5.000 millones de dólares, el doble de lo previsto. Aunque la refinería empezó a operar en diciembre de 2023, el sobrecosto ha exacerbado las dificultades financieras de Petroperú.
Oliver Stark, presidente de Petroperú, ha señalado que la injerencia política está agravando la crisis. En una reciente entrevista, el funcionario expresó su deseo de erradicar la influencia política de la gestión de la empresa, argumentando que esta interferencia está retrasando las decisiones necesarias para abordar el endeudamiento y la crisis financiera de la compañía. Finalmente, Stark dijo que si el Gobierno no emite una respuesta a su pedido, el directorio «dará un paso al costado».
Con la presión en aumento y una falta de consenso sobre el camino a seguir, el futuro de Petroperú se encuentra en una encrucijada. La decisión que tome el gobierno será fundamental para determinar no solo el destino de la empresa, sino también su impacto en la economía y las prioridades sociales del país.