EYNG, 20/08/2024. En el competitivo mundo del emprendimiento, no basta con dominar los aspectos técnicos como la gestión financiera o la organización. Los emprendedores también deben desarrollar una serie de habilidades blandas que son fundamentales para el crecimiento y la sostenibilidad de sus proyectos. Estas competencias, aunque a menudo subestimadas, pueden marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso de un negocio.
«El liderazgo, la adaptabilidad, la comunicación efectiva, la flexibilidad ante los requerimientos de la tecnología, la confianza, la persistencia, la visión y la inteligencia emocional son instrumentos necesarios para el éxito empresarial», sostiene Hugo Zavala Chávez, coordinador de la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP).
Estas habilidades blandas, según los expertos, pueden ser innatas o adquiridas, pero deben ser cultivadas y perfeccionadas continuamente. «Si se descuidan, se puede limitar el crecimiento del negocio y, en consecuencia, el cumplimiento de los sueños del emprendedor», advierte Roberto Guevara Zavaleta, docente de Administración y Negocios de la UTP.
Cinco habilidades blandas esenciales para emprendedores
De acuerdo a los expertos, estas son cinco habilidades blandas necesarias para potenciar un emprendimiento:
- Comunicación efectiva: La capacidad de comunicarse de manera clara, persuasiva y transparente es fundamental para cualquier emprendedor. Una comunicación efectiva no solo abarca el lenguaje corporal y oral, sino también la escucha activa. «Un empresario que domine esta habilidad podrá presentar sus ideas y propuestas con claridad, liderar equipos y gestionar relaciones a largo plazo con socios y clientes», explica Guevara Zavaleta.
- Liderazgo: Más que dirigir un equipo, el liderazgo implica inspirar, delegar, apoyar y motivar a los colaboradores para que alcancen su máximo potencial. Los emprendedores con habilidades de liderazgo son capaces de innovar, establecer metas claras y guiar a su equipo hacia el cumplimiento de los objetivos. Un buen líder, además, fomenta un ambiente de trabajo positivo y colaborativo.
- Inteligencia emocional: Esta habilidad se refiere a la capacidad de reconocer, comprender y gestionar tanto las emociones propias como las de los demás. «Un emprendedor emocionalmente inteligente es capaz de manejar el estrés, tomar decisiones acertadas y construir relaciones sólidas», comenta Hugo Zavala. Además, la inteligencia emocional es clave para formar a nuevos líderes dentro de la organización y asegurar el éxito a largo plazo.
- Adaptabilidad: El entorno de los negocios es dinámico y está en constante evolución. La capacidad de ajustarse rápidamente a nuevas situaciones, aprender de los errores y realizar cambios cuando sea necesario es crucial. «La adaptabilidad es una destreza que se puede desarrollar con el tiempo y con los desafíos que se presenten», señala Zavala.
- Resolución de problemas: Identificar rápidamente problemas, analizar soluciones y generar propuestas de valor son aspectos esenciales para cualquier emprendedor. Quienes dominan esta habilidad pueden superar obstáculos, optimizar procesos y desarrollar productos o servicios que satisfagan las necesidades del público objetivo.
El corazón de un emprendimiento
Para los expertos, las habilidades blandas no solo son importantes, sino que constituyen el «corazón de un emprendimiento». Hugo Zavala Chávez subraya que «sus latidos generan productividad en un negocio pequeño o mediano». Sin embargo, advierte que estas habilidades, por sí solas, no garantizan el éxito. «Es necesario aceptar que habrá resultados negativos y tomarlos como un aprendizaje», aconseja Zavala. En este sentido, la resiliencia emocional se convierte en una herramienta fundamental para superar los obstáculos con determinación.
«La vida es 10% situaciones y 90% actitudes», concluye Roberto Guevara, recordando la importancia de mantener una actitud positiva y proactiva ante los desafíos del emprendimiento.
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