Deuda pública y gasto climático: una ecuación compleja
Los costos récord de la deuda significan que el gasto climático podría llevar a las naciones al borde de la insolvencia, según un estudio de DRGR.
EYNG, 15/04/2024. Los países emergentes pagarán una cifra récord de 400.000 millones de dólares para cubrir la deuda externa este año, y casi cuatro docenas no pueden gastar el dinero que necesitan para la adaptación climática y el desarrollo sostenible sin correr el riesgo de impago en los próximos cinco años, según un informe dirigido por la Universidad de Boston.
El informe del Proyecto de Alivio de la Deuda para una Recuperación Verde e Inclusiva (DRGR) encontró que 47 países en desarrollo alcanzarían los umbrales de insolvencia de la deuda externa, según los define el Fondo Monetario Internacional (FMI), en los próximos cinco años si invirtieran las cantidades necesarias para llegar a 2030 cumpliendo con los objetivos del Acuerdo de París.
«Estarían en una situación de endeudamiento tan grande que estarían llamando a la puerta (de la cesación de pagos), dado el entorno de deuda actual, si intentaran movilizar ese tipo de financiamiento», dijo Kevin Gallagher, director del Centro de Políticas de Desarrollo Global de la Universidad de Boston.
Otros 19 países en desarrollo carecen de liquidez para cumplir los objetivos de gasto sin ayuda, aunque no se acercarían a los umbrales de incumplimiento.
Condonar deuda para contribuir al gasto climático
El informe del Proyecto de Alivio de la Deuda para una Recuperación Verde e Inclusiva (DRGR) pedía una revisión de la arquitectura financiera global, junto con la condonación de la deuda para los países en mayor riesgo y un aumento de las finanzas asequibles y las mejoras crediticias.
«Necesitamos movilizar más capital y reducir el costo del capital para los países si queremos tener alguna esperanza de lograr esto», dijo Gallagher a Reuters. Cabe señalar que el Proyecto DRGR es una colaboración entre el Centro de Políticas de Desarrollo Global de la Universidad de Boston, Heinrich-Böll-Stiftung, el Centro de Finanzas Sostenibles, SOAS y la Universidad de Londres.
El rol del FMI
El informe también presiona al Fondo Monetario Internacional (FMI) para que reajuste la forma en que calcula la sostenibilidad de la deuda: evaluaciones que suenan arcanas y que son cruciales para determinar cuánto alivio de la deuda obtienen los países en mora.
«Si el FMI determina que un país puede manejar una cantidad de deuda demasiado alta, puede cargar a la nación con pagos inasequibles, posiblemente empujándola nuevamente a la cesación de pagos. Los acreedores privados, sin embargo, han criticado en ocasiones los análisis del Fondo por ser demasiado pesimistas, lo que los hace vigilados de cerca y políticamente cargados», explica el reporte.
Asimismo, el informe del DRGR dice que el FMI, que está llevando a cabo una revisión de los análisis que durará años, debe incorporar las necesidades de gasto climático, así como amortiguadores para las crisis climáticas, desde las crisis climáticas hasta las económicas y las pandemias.
«Si la comunidad internacional no actúa de manera rápida y uniforme para proporcionar un alivio integral de la deuda cuando sea necesario junto con nueva liquidez, subvenciones y financiación para el desarrollo en condiciones favorables, los costos de la inacción serán exorbitantes», advierte el informe.
Hallazgos principales del informe de DRGR
- Los niveles de deuda externa pública y con garantía pública se han más que duplicado desde 2008. En términos de pagos del servicio de la deuda, 2024 es el año de servicio de la deuda más costoso de este siglo.
- Los pagos del servicio de la deuda están en su punto más alto y están desplazando la inversión en desarrollo y clima. Casi la mitad de la población mundial vive en un país que gasta más en el servicio de la deuda externa que en inversiones en salud o educación.
- Los mercados de capital privados están fuera del alcance de la mayoría de los países emergentes. Dado que los rendimientos de los bonos son superiores a las tasas de crecimiento proyectadas, los países emergentes no pueden depender de los mercados de capital para refinanciar o emitir nueva deuda sin poner en peligro la sostenibilidad de su deuda.
- En los próximos cinco años, se estima que 47 países emergentes superarían los umbrales de solvencia de deuda externa del Fondo Monetario Internacional (FMI) a medida que movilizan capital para cumplir con las necesidades de la Agenda 2030 y el Acuerdo de París. Según el informe, estos países emergentes alcanzarían niveles insostenibles de deuda pública externa para 2028 si invirtieran a los niveles necesarios para cumplir los objetivos climáticos y de desarrollo acordados internacionalmente.
- Otros 19 países emergentes carecen de liquidez y espacio fiscal para inversiones en clima y desarrollo. Si bien es poco probable que estos países enfrenten problemas de insolvencia inminentes, no podrán financiar las inversiones necesarias sin mejoras crediticias o apoyo de liquidez.
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