Alerta de recesión en Japón
La economía de Japón se contrajo en el tercer trimestre del año, rompiendo dos trimestres consecutivos de expansión, debido al consumo y las exportaciones débiles.
EYNG, 15/11/2023. La economía japonesa enfrenta crecientes riesgos de recesión, ya que datos recientes revelan una contracción del 2,1% en el tercer trimestre, rompiendo dos trimestres de expansión. La debilidad en el consumo y las exportaciones, sumada a la persistente inflación, ha complicado los esfuerzos del Banco Central de Japón para reducir el estímulo monetario.
El economista jefe del Instituto de Investigación Norinchukin, Takeshi Minami, advierte sobre la posibilidad de que Japón caiga en recesión, destacando la falta de un motor de crecimiento. La lectura del PIB en el tercer trimestre fue considerablemente peor de lo pronosticado, aumentando las preocupaciones sobre la economía japonesa.
La inflación continúa afectando el gasto de los hogares y agrava la desaceleración de la demanda global, especialmente en China. La débil lectura del tercer trimestre refleja un consumo y gasto de capital mediocres, frustrando las esperanzas de un repunte pospandemia. Además, el gasto de capital cayó un 0,6%, poniendo en duda las expectativas del Banco de Japón (BOJ) sobre la inversión corporativa sólida.
Economía japonesa: Gobierno lanzará medidas
Stefan Angrick, economista senior de Moody’s Analytics, advierte que la economía japonesa aún no está fuera de peligro. Destaca que la debilidad de la demanda interna vuelve a estar en primer plano después de que las exportaciones ayudarán al crecimiento en el segundo trimestre. La caída de los salarios reales ajustadas a la inflación complica aún más la situación, marcando el decimoctavo mes consecutivo de disminución.
Aunque el primer ministro Fumio Kishida ha llamado a las empresas a aumentar los salarios y ha anunciado medidas para mitigar el impacto económico del aumento del costo de vida, los analistas expresan dudas sobre la efectividad de estas medidas para estimular la economía.
La economía japonesa, que había mostrado signos de recuperación tras la pandemia, ahora se enfrenta a un escenario incierto. La recesión se vislumbra como una amenaza real, y las decisiones del BOJ y las acciones gubernamentales cobran un papel crucial para evitar un deterioro económico mayor.
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