
EYNG, 24/08/2023. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, instó a los países que conforman los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) a considerar la creación de una moneda común que reemplace al dólar como moneda de referencia en sus transacciones. Esta propuesta tiene como objetivo principal reducir la vulnerabilidad de estas naciones a las fluctuaciones del tipo de cambio del dólar.
Durante su intervención en la XV Cumbre de los BRICS, una coalición internacional que reúne a estas naciones como una alternativa al liderazgo de las potencias occidentales encabezadas por Estados Unidos, Lula resaltó la importancia de una moneda compartida para facilitar el comercio y la inversión mutua. Esta moneda, según Lula, debería utilizarse en las transacciones entre los países miembros de los BRICS sin reemplazar las divisas nacionales de cada país.
El presidente de Brasil subrayó la necesidad de lograr una mayor integración financiera entre los BRICS y abogó por la adopción de una moneda para el comercio entre estos países. Esta divisa no reemplazaría las monedas nacionales, sino que actuaría como una referencia para sus intercambios comerciales.
No obstante, la propuesta no ha sido universalmente aceptada. El ministro de Asuntos Exteriores de la India expresó en julio pasado que no veía la viabilidad de la moneda una BRICS. Además, durante su intervención a través de una videoconferencia, el presidente ruso, Vladimir Putin, mencionó en la reunión que se discutiría la transición del comercio entre los miembros del bloque desde el dólar a las monedas nacionales. Por su parte, China aún no ha dado su opinión sobre esta iniciativa, y el presidente Xi Jinping se centró en promover reformas en el sistema financiero y monetario internacional.
Desafíos de establecer una moneda BRICS
La construcción de una moneda BRICS se considera un «proyecto político», según Lesetja Kganyago, el gobernador del banco central de Sudáfrica. «Lograr esta moneda requeriría una unión bancaria, una unión fiscal y una convergencia macroeconómica entre las naciones involucradas. Además, se necesitaría un mecanismo disciplinario para los países que no se adhirieran a estos principios. También se plantea la cuestión de dónde estaría ubicado un banco central común», dijo la autoridad monetaria en julio pasado a una radio local.
«Los desequilibrios comerciales son otro desafío a considerar», dice, por su parte, Herbert Poenisch, investigador de la Universidad de Zhejiang. «Todos los miembros de los BRICS tienen a China como su principal socio comercial y comercian poco entre sí. Esto podría afectar la eficacia de una moneda común», advirtió en un artículo publicado en un blog para el grupo de expertos de la Official Monetary and Financial Institutions Forum (OMFIF).
«A pesar de los desafíos, la idea de crear una moneda común no es nueva. Sin embargo, si llegara a realizarse, es improbable que reemplace al dólar por completo. En lugar de ello, coexistiría con el sistema monetario global existente basado en el dólar. Esta iniciativa sería regional y similar en naturaleza al euro. Tomando como ejemplo la experiencia europea, la transición desde acuerdos bilaterales hasta una moneda común podría llevar décadas», puntualizó Poenisch.
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